Hola a todos/as!
En esta entrada quiero hablaros del día más importante de mi vida,el día en que nació mi hija.
Mi embarazo transcurrió con total normalidad sin apenas molestias ni al principio ni al final.
Mi fecha probable de parto según mi último período era el día veintiuno de Febrero pero yo estaba convencida de que se adelantaría ya que la niña venía bastante grandecita y ya estaba en posición cefálica. En las últimas semanas los controles se hacía semanalmente por lo que tanto la niña como yo estábamos muy controladas. Conforme iban pasando los días me iba impacientando porque no se desencadenaba el parto,caminaba mucho y subía escaleras con la esperanza de que se desencadenase sólo pero estaba claro que mi niña no tenía prisa por salir. La última revisión y monitorización me la hicieron el Viernes veintiocho de Febrero y todo continuaba bien,la niña seguía en posición cefálica y no había ningún problema. Mi ginecólogo me preguntó si quería que me dieran fecha para la inducción al parto ya que había pasado una semana de la fecha probable de parto y no era recomendable esperar mucho más, por lo que me citaron el Lunes a las nueve de la mañana para ingresarme e inducir el parto. Ese fin de semana desee con todas mis fuerzas ponerme de parto de forma natural pero se ve que mi peque no estaba por la labor.
El lunes día tres de Marzo a las nueve y media de la mañana ingresé en el hospital acompañada de mi marido bastante más tranquila de lo que yo esperaba.
Sobre las 10.30 de la mañana comenzó el protocolo de parto por así decirlo, me pusieron un enema y una vía con suero ya que llevaba sin comer ni beber nada desde la tarde anterior.
A las 10:53 de la mañana con el cuello del útero ya borrado me ponen por vía la oxitocina que va aumentando la dosis de forma gradual y me monitorizan para controlar los latidos de la peque.
A las 11:19 de la mañana me rompen la bolsa de formal manual, resulta un poco doloroso.
A partir de las 12:30 de la mañana las contracciones son cada cinco minutos y el dolor es aún soportable, cosa que empieza a empeorar a partir de las 13:00 en las que ya se convierten en contracciones muy dolorosas. La respiración me ayudó bastante a llevar bien las contracciones y también me ayudo mucho estar de pie apoyando los brazos en la pared.No pude caminar como me habría gustado porque estaban monitorizando al bebé y no tenían un sistema inalámbrico por lo que estaba atada al equipo de monitores.
A las 17:00h habiendo dilatado solamente un centímetro tras pedirlo varias veces por fin me bajan para ponerme la bendita epidural,a partir de ese momento ya sin dolor vivía las contracciones de forma totalmente diferente. La epidural hizo bien su trabajo y no sentía absolutamente nada.
A las 19:00h vino mi médico a visitarme y me dijo lo que yo ya esperaba que me harían una cesárea ya que no había conseguido dilatar más que dos centímetros y se consideraba fracaso en la inducción por lo que no era recomendable espera más horas para que naciese mi hija. A las 20:00h vinieron a buscarme a la habitación y me llevaron a quirófano a mi sola, mi marido esperaba en la habitación.
No puedo explicar todas las emociones que me invadían tumbada en esa camilla en una sala fría rodeada de personas extrañas ya que me sobre pasaban,eso no era lo que yo había deseado para dar a luz a mi hija.
Continua en la segunda parte
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