Hola a todos/as!
Durante todo mi embarazo la idea de una cesárea rondaba por mi cabeza como un mal pensamiento ya que mi matrona muy oportuna ella en cada visita me decía que por mi edad,el tamaño del bebé y dando a luz en un hospital privado tenía todas las posibilidades de que fuese así, cosa que no es cierto para nada puesto que mi embarazo fue totalmente normal,mi estado de salud era muy bueno y treinta y seis años no me parece una mala edad para ser madre, no soy una anciana. Si hubiese podido elegir habría sido madre con treinta años,pero muchas veces no está sólo en nuestras manos el momento de ser madres.
Como comentaba en la entrada anterior, me llevaron al quirófano,un lugar lleno de extraños puesto que como es lo habitual sólo conocía a mi ginecólogo. Les pedí que me pusieran una cortina para no poder ver la operación ya que me habían puesto una sabana a baja altura y se veía todo lo que me daba mucha aprensión Noté como me abrían y manipulaban en mi interior,es una sensación extraña no duele pero es desagradable. Pasados unos minutos noté un tirón y como sacaban algo de gran tamaño de mi interior Mi niña emitió un gritito y acto seguido me mostraron una pequeña cabecita a través de la sábana un segundo sin darme tiempo a verla y me dijeron que se la llevaban para limpiarla y hacerle la revisión y que me la traerían pero no fue así. Durante un tiempo que me pareció eterno me cosieron y me pusieron una medicación que me hizo tener unas nauseas tremendas y un temblor incontrolable. Una enfermera se acercó a preguntarme si estaba bien y a darme la enhorabuena por mi niña tan preciosa, yo le respondí que no sabía si era o no preciosa porque no me habían dejado verla. Le debí conmover porque se marchó y vino con mi princesita en brazos con la ropa de la primera puesta que yo le había preparado, me la mostró unos segundos y se marchó con ella. Al verla sentí como me invadía una ola de amor tremendo y no pude evitar emocionarme ya que por fin tenía conmigo a mi pequeño milagrito de 3.750kg y 51cm. Mientras estaban terminando conmigo le dieron a la niña a mi marido para hacer el piel con piel. Mi marido estaba en la sala de espera donde había enfermos y familiares de otros pacientes y allí le entregaron a la niña,cosa que me pareció fatal ya que considero que un recién nacido no puede estar junto a personas enfermas nada más nacer. Después de un tiempo que me pareció eterno me subieron a mi habitación aún temblando y me dieron a mi niña y la pusieron al pecho,por fin podía acunarla y disfrutar de ella.
Esta ha sido la narración de como vino mi princesa al mundo,cada parto es diferente lo importante es que todo salga bien como ocurrió en mi caso. En otra entrada os hablaré de mi post parto ya que merece sin duda un capítulo a parte.
Gracias por leerme
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