jueves, 29 de enero de 2015

La visitas en el hospital

Hola a todos/as!

Continuando con el tema de la entrada anterior ahora quiero hablaros de como fue la experiencia de las visitas durante mi estancia en el hospital. Os confieso que esta entrada me sirve de desahogo.
Con el fin de escalonar un poco las visitas ya que tenemos mucha familia y amigos,les dijimos a la mayoría de las personas que queríamos que vinieran al hospital ya que deseábamos estar en casa tranquilos después del nacimiento de la niña y no tener que estar preocupados por tener la casa recogida y atender a las visitas para poder centrarnos en nuestra niña.
Como ya comenté en la entrada anterior las habitaciones del hospital son a mi juicio demasiado pequeñas y no podían estar varias personas a la vez dentro de la misma sin molestarse entre ellos. La hora de la comida y la cena era todo un espectáculo porque era el  momento elegida por muchas personas para visitarnos. Para mi por el dolor de la cesárea levantarme era todo un desafío y tener que andar sorteando a la gente para llegar a la mesa que estaba al final de la cama que cortaba el paso era toda una carrera de obstáculos.
Creo que muchas personas pierden el sentido común cuando visitan a una mamá que acaba de dar a luz y a su bebé puesto que sin ningún tipo de consideración hacia mi persona ni hacia mi niña venían las mismas personas con niños pequeños ruidosos que se dedicaban a corretear por la habitación todos los días. Lo más sensato habría sido que ambos cónyuges se turnasen y mientras uno hacia la visita el otro se quedaba con los niños en la cafetería o sala de espera,pero no, tenían que traer todos los días a los niños a la habitación. Otro punto es la constante falta de intimidad,yo no dormía nada porque el dolor de la cesárea y atender a mi hija me lo impedían por lo que intentaba dormir cuando dormía la niña,pero esto era misión imposible porque las visitas abarcaban las veinticuatro horas del día y no paraban de coger a la niña y pasársela de unos brazos a otros con lo cual ni ella dormía ni yo,lo que si lograban es alterarla bastante.
Mi malhumor iba cada vez a peor por no dormir,la angustia, el dolor que sentía y la falta de intimidad. Ir al baño o dar el pecho a mi hija a solas era misión imposible. También tuve que aguantar que se metieran con mi forma de caminar encorvada en varias ocasiones les faltó el sentido común  de darse cuenta que el cansancio y la falta de sueño habían hecho mella en mí arrebatandome el sentido del humor.
Las visitas en casa ya las llevé muchisimo mejor,por lo que os recomiendo a las futuras madres que habléis antes del parto con vuestros amigos y familiares para dejarles claro como queréis que se realicen las visitas,seguramente no os harán ni caso pero quedaran advertidos.

Muchas gracias por leerme

3 comentarios:

  1. Hola Sonia!!! Hace tiempo descubrí tu blog, pero le dejé un poco abandonado y lo he vuelto a encontrar ahora. Y leyendo cómo te fue el parto y eso me he dado cuenta de que nuestros niños se llevan 1 día!!! jajajaj! Mi renacuajo es del 4 de marzo! Así que me seguiré pasando por aquí a ver qué cuentas de tu niña, pásate tú por mi blog también si te apetece, es hijonuevovidanueva.blogspot.com.es. Un besito para las dos!

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  2. Hola!muchas gracias por leerme,me pasaré por tu blog.Un beso y Felicidades a tu peque!!

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  3. Hola!muchas gracias por leerme,me pasaré por tu blog.Un beso y Felicidades a tu peque!!

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